Llevo buena parte de la tarde intentando introducir mejoras en mi blog, pero no creo haber conseguido muchos avances. Lo mío es, claramente, escribir y se me da mal el código HTML y otras siglas como XML, RSS. También he estado navegando por la blogosfera (todo es por influencia del debate sobre blogs corporativos al que asistí el jueves, y que comento en Bloggers) y me he dado cuenta de que hay cientos de blogs que son solitarios ejercicios de registro (hoy fui a ver esa exposición, ayer estuve en aquel concierto, esta tarde he leído…) que no parecen despertar la atención de nadie, a la vista de los escasos comentarios que generan. ¿Será que, a pesar de todo este ruido en la red, seguimos estando solos?
Me marcho a la Nova Jazz Cava a ver y escuchar a Al Foster con el grupo de M.A.Chastang. La cosa promete y, además, me lo he ganado, porque esta semana he terminado mi mitad de un libro sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Ha sido interesante el reto de poner a pie de calle unos cuantos sesudos estudios e informes técnicos sobre la igualdad entre sexos, la mortalidad materna, el impacto del sida o la deuda externa. Interesante y terrible darse de nuevo de bruces contra las abultadas cifras de la pobreza; interesante y esperanzador ver que, a pesar de todo, se ha avanzado en algunos terrenos. Escribiendo el libro mi opinión sobre los ODM ha mejorado, porque el consenso que han logrado es imprescindible para convocar todas las voluntades políticas necesarias, aunque una vez más me he quedado con la sensación de que falta algo, algo que cae no en el terreno de la acción, sino en el ámbito de la ideología y los valores. Seguiré pensando en ello.